viernes, mayo 12, 2006

Marianne


Leía en el diario sobre el caso de Marianne Erize, mientras viajaba hacia retiro a buscar una encomienda.
Me dio escalofríos pensar en el destino de esa chica, en el dolor de su familia y en la certeza de que sus violadores aun están libres y quizás vanagloriándose de lo que hicieron.
Al levantar la vista vi por la ventanilla, a gran cantidad de gente volviendo a sus casas después de un día laboral, muchos rostros cansados, algunos vencidos y otros quebrados, pidiendo limosna, juntando cartones. Pensé en el destino de este país, con tantos muertos sin enterrar, con tantas condenas sin cumplir, donde la línea que te separa de la marginación, está cada día más cerca de todos y depende tan solo de las utilidades de alguna empresa.
Un país que todavía discute si esta bien o mal que el estado haya secuestrado, torturado y matado gente. Donde la xenofobia y el racismo es algo tan cotidiano que ya forma parte de nuestro humor, de nuestra mirada, aunque no lo queramos reconocer. Parece que ya no recordamos ni cuando ni como llegamos a este lugar.
Como se puede pensar en construir, si no se repara el pasado?. Me parece tan obvio que toda esta delincuencia violenta, tiene que ver con toda esa otra violencia que no supimos resolver en nuestra historia. Que se espera? Que nada de lo que se hace o se deja de hacer, tenga consecuencias en el futuro?. No es absurdo?
Que piensan que puede pasar con los chicos que hoy van a la escuela, la habitual pregunta que nos hacemos diariamente; ¿que futuro le dejamos a nuestros hijos? , algún filosofo dijo, que se puede agregar una mas inquietante aun ¿qué hijos le estamos dejando al futuro? .
En estos últimos años he visto partir a muchos amigos, buscando un mejor destino personal, yo mismo barajé la posibilidad de irme con toda mi familia a USA, cuando estuve durante un año sin trabajo. Pero ahora se me dio vuelta la taba, y gracias a los oficios de alguna persona influyente pude conseguir un empleo estable.
Pero todo ese tiempo sin trabajo, no se borro de mí mágicamente, dejo sus huellas, podría decir que ya no volví a ser el mismo. Los miedos, la percepción de que hay otra realidad paralela, una realidad en donde el dinero no entra y los servicios hay pagarlos si no te los cortan inmediatamente, una realidad en donde el orgullo se transforma en vergüenza, en donde sentís que los medios, no se dirigen a vos y cuando lo hacen tan solo te nombran con un numero y con palabras como, flagelo.
Como hace uno para pararse en medio de este escenario, como hace uno para tener proyectos, como hace uno para imaginar un futuro. Como se hace para vivir en un país donde todo se entiende en blanco y negro, en Boca ó River, Radicales o Peronistas, derecha o izquierda. Honesto o corrupto, Esta de acuerdo o no?
Como se hace para no sentirse un boludo, un N° más en las encuestas, un idiota útil que paga impuestos para mantener un sistema que te oprime. Y lo peor es que no sé, si en algún lugar del mundo no sentiría lo mismo, por que tengo la sensación de que una ves que se llega a esta percepción de las cosas, ya no se puede volver atrás, es como descorrer un velo, es el mundo el que funciona así, no solo este país, no solo este modelo.
Entonces podría suponer que Argentina es un gran campo de entrenamiento ó de concentración? En donde estamos gestando una hermosa generación de impredecibles consecuencias. Una ves más Argentina a la vanguardia, no hay caso somos los mejores, hasta cuando nos hacemos mierda.
Aunque debo reconocer que hay otros países donde la pasan mejor y podes llegar a olvidarte de todas estas cosas, corriendo detrás de alguna quimera del consumo.
Pero existirá algún lugar donde el dinero no este por encima del derecho?. No sé, lo dudo.
La mayor parte del tiempo fantaseo con irme a vivir al campo, salirme un poco de este sistema que te obliga a correr detrás del dinero para mantener un nivel de vida insatisfactorio. Mis hijos crecen en un departamento, donde no puedo ni soñar con que salgan a jugar a la vereda, ó que descubran el barrio con sus amigos, todas las cosas que yo viví y que ellos no pueden hacer por el peligro, por él trafico, por los secuestros, por la violencia, etc. Pero me pregunto, existirá un lugar? o es tan solo la fantasía de un paraíso, para poder soportar este infierno.
No sé, me resisto a creer que no haya algo mejor, pero mi escasa esperanza se choca todos los días de frente con una realidad que dice lo contrario.
Bajé del colectivo y corrí por la avenida para que no me atropellen los autos y me di cuenta, en ese instante de que apenas soy uno más en esa muchedumbre de rostros cansados.
Jorge Rúa

No hay comentarios.: