viernes, agosto 21, 2009

Pablo Medina

Bariloche verano del 74´


No puedo hablar de Pablo Medina, sin hablar de mí. Cada uno de nosotros tiene su historia, sus circunstancias, su camino recorrido.
Yo creo que en alguna encrucijada busque una salida y construí un camino. Un camino que me trajo hasta aquí hoy. Y en esa construcción tuve algunas ayudas, Pablo es una de ellas. Pablo es mi maestro desde quinto grado, yo venia ya bastante golpeado por la vida y él me encontró, me enseño a pensar, me enseño sobre la solidaridad, me enseño a crear y sobre todo me enseño a cuestionar. Y esa fue la primer lección política de mi vida. Nos llevo de campamento y nos enseño que construir otro modelo es posible y eso me ayudo a construir el mío.
Mientras escribo pienso que fueran tantas las lecciones que aprendí, algunas de las cuales, quizás él no fue conciente de haberme trasmitido. La humildad, los sueños, la perseverancia, el dejar siempre una puerta abierta a los afectos, la loca idea de que las utopías existen y están acá entre nosotros, la determinación de que para cambiar las cosas hay que meter los pies en el barro y así se cambia, se crece, se aprende y se enseña. También me dejo estos amigos que tengo desde entonces de los cuales no me puedo separar que son hermanos de sangre por que juntos aprendimos cosas que nunca nada pudo borrar. Estoy a borde de la cursilería, no sé si ya caí, pero no importa.
Todas las cartas están en el mazo y todas mis lecciones no están en ningún cuaderno. Las llevo conmigo acá y acá.
Corazón y cabeza
Gracias Pablo.

sábado, abril 04, 2009

El Tiempo -

Les dejo un tema espero les guste